A las 12 del mediodía pasamos paralelo a la ciudad gallega de VIGO para posteriormente cruzar hacia el mar Cantábrico frente a las Costas de A Coruña con la creencia de que el tiempo mejoraría, pero nada que ver, el mar sigue igual de picado y el frio arrecia, sobre todo en cubierta con los fuertes vientos, pero esta es otra experiencia de navegar y buscamos distraernos de alguna manera.
No faltan los salones con diversas actividades, el bingo, la música en vivo, solo nos perdimos actividades al aire libre en la piscina pero no nos podemos quejar porque el tiempo en general durante todo el crucero fue inmejorable.
Yo en particular tuve esta noche una bonita experiencia al pasar alrededor de la media noche por las costas de mi ciudad natal Gijón, en Asturias, y por primera vez en 59 años verla iluminada desde el mar, y no conforme con eso, poder hablar por teléfono con los primos y contarles lo que estaba viviendo.
Bueno, ya está bien de cosas personales, así que a dormir que mañana temprano debemos estar entrando en el puerto de Bilbao donde el grupo desembarca y esperamos a Frank con otro grupo que continúa esta ruta “Epicurean Connoisseur”.
En esta oportunidad le voy a presentar dos GALERÍAS FOTOGRÁFICAS. La primera, a su izquierda, sobre el día de navegación en las aéreas externas del barco para que puedan notar el clima y el mar, y sobre todo una bonita puesta de sol que concluyó a las 10:00 de la noche.
La segunda, y se las dejo rodar directamente como diapositivas, el recorrido por la parte interna del barco para que puedan apreciar en detalle su elegante y sobria decoración, piso por piso, su calidad y buen gusto, la elegancia del MARINA, sin dejar ningún detalle, y colocando en las fotos la información correspondiente a la parte del barco que estamos viendo, para que nos acompañen a disfrutarlo, aunque sea virtualmente, como nosotros los disfrutamos.
Marina, de Ocenia Cruises